7 de septiembre de 2020 / Por: Redacción / Foto: Cortesía
El hierro de San Isidro es ya una realidad en la fiesta brava yucateca y peninsular, sus novillos y toros se han lidiado en las principales ferias del estado de Yucatán, poniendo en alto la divisa de su casa ganadera en colores azul cobalto, azul rey, azul celeste y azul marino. Un camino que no ha sido fácil, pero está a la vista el trabajo extenuante de su propietario.
La ganadería de San Isidro se fundó en el año 2000 por su propietario don Luis Armando Medina Puerto, en el rancho San Antonio enclavado en el municipio de Tecoh, Yucatán. El pie de simiente consistió en 10 vacas de San Salvador, 10 de Santa Marcelina y 20 del hierro de Monteverde, además de tres sementales, uno de Santa Marecelina, uno de Monteverde y otro de Garfias.
Un gran apoyo para el ganadero Luis Medina, es sin duda alguna su hijo Luis Medina Rivero de 18 años de edad, quien ayuda a su padre en las labores del campo, así como también en la temporada de tientas que se llevan a cabo en el coso de la dehesa.
Como se puede apreciar, el encaste puro de la ganadería es San Mateo, un toro cuyas características son la bravura y la nobleza, como tienen la mayoría de los hierros mexicanos. El encaste tradicional que ha dado como resultado el toro mexicano.
"Lo que busco con mis toros es la bravura, la casta, que emocione en los tendidos, pero también que sea noble y los toreros que se enfrentan con mis toros puedan acomodarse y puedan triunfar, ese es mi objetivo como ganadero", expresó Luis Medina.
La ganadería de San Isidro, buscará más adelante su incorporación a la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia, dos décadas de bravura y calidad lo avalan. El trabajo del escrupuloso ganadero yucateco habla por sí sólo, estamos seguros que lo logrará.
