18 de enero de 2021

Dos décadas de la muerte de Álvaro Cámara

18 de enero de 2021 / Por: Redacción / Foto: Archivo  

Foto: Archivo

Un día como hoy, 18 de enero, pero del año 2001, murió en la Blanca Mérida el matador Álvaro Cámara, uno de los toreros más importantes que ha dado Yucatán, por lo que han pasado 20 años de ese lamentable suceso, efeméride que hoy hemos querido recordar en este espacio a través de un pequeño texto en el que presentamos algunos de sus datos biográficos.   

Álvaro Cámara Parra nació en Maxcanú, Yucatán, el 24 de enero de 1932. Se aficionó a los toros desde pequeño, ya que se tiraba de espontáneo en los festejos populares de feria en su localidad natal. Se pulió como torero en la ganadería yucateca de Sinkeuel, ya que el propietario en ese entonces don Juan Castillo Castillo, lo invitaba constantemente a las tientas en la dehesa.    

Parte a la Ciudad de México, y se presenta como novillero en algunas plazas del centro de la República. Torea también en Monterrey, con ganado de la divisa yucateca de Sinkeuel. Después de batallar mucho, logra el sueño anhelado de convertirse en matador de toros.  

Toma la alternativa el 27 de marzo de 1960, en la Plaza de Toros "Mérida" de la capital yucateca, el maestro Joselito Huerta le cede los trastos de matador, ante la presencia del yucateco Antonio del Olivar. El toro de la ceremonia se llamó "Media Luna", del hierro de Pepe Ortiz

Álvaro Cámara radicó por espacio de 10 años en Perú. Se presentó en la Plaza de Toros de Acho en Lima, el 26 de mayo de 1962, donde alternó con el peruano Adolfo Rojas "El Nene" y el español Jerónimo Pimentel, con toros de la ganadería de Chuquizongo

Disputó la "Oreja de Oro" el 15 de agosto de 1965, en la Plaza de Toros "Olimpic", de La Paz, Bolivia. Alternó con los matadores peruanos Paco Céspedes, y Miguel López "Trujillano", quienes lidiaron un fino encierro del hierro peruano de Quetto, propiedad de don Fernando Romero.  

Ya retirado de los ruedos muere en la ciudad de Mérida, Yucatán, el 18 de enero de 2001, tras una enfermedad que lo aquejó por varios meses. Don Álvaro Cámara siempre será recordado por los taurinos de la Península de Yucatán, como un valiente de los ruedos y gran ser humano.